jueves, 27 de septiembre de 2012

El Shock del 25S

Resistencia pacífica ante la violencia constitucional, ante los infiltrados alborotadores que a partir de ayer 25 de Septiembre reconoceremos en todas las manifestaciones. Lo que más me impresionó fue el descaro de la PN, el temple que tienen a la hora de cargar indiscriminadamente. Frialdad pura frialdad.

En uno de los momentos cuando estábamos en Neptuno y comenzaban los disturbios, no pude hacer otra cosa que gritar junto a mis compañerxs: ¡Policía asesina! y llorar y llorar.... No dejaba de pensar en aquellos que recibían pelotas de goma o cartuchos de pólvora (no sé qué carajo eran) pero nosotrxs seguíamos allí con ellos. Sin un fin aparente. Nos tenían acorraladxs por todas las calles circundantes del Congreso, no sabíamos por donde salir. Hubo un pulso entre la policía y lxs que nos manifestábamos, conforme la policía avanzaba nosotrxs nos retrasábamos un poco, pero enseguida cogíamos terreno y les hacíamos frente. Fue cuando creí en esa resistencia, en que podíamos con ellos solamente haciéndoles frente, sin violencia solo avanzando hacia delante, sin miedo. Fue cuando un grupo con palos con banderas rojas empezó los disturbios con la PN. La última de las cargas en Neptuno hizo que definitivamente mucha de la gente que seguíamos resistiendo cogiéramos carrerilla y saliéramos de ese agujero, la policía no se contentaba con eso, si no que, nos perseguían, en furgoneta o corriendo, querían más jaleo. Nosotrxs corríamos, nos íbamos, ¿qué más querían? y me aterré, subimos por la calle donde está Casablanca me quedé un rato mirando su puerta blindada con cemento y ladrillo, recordé esos momentos que pasamos allí en 2011 en la marcha popular indignada. Fueron buenos. Pero enseguida seguimos subiendo y nos refugiamos en un bar. No contenta con eso salí a  ver si en las calles de alrededor seguían los disturbios, no ví nada. 
Un compañero nos llamó comentándonos que se habían encerrado en la c/Atocha, en el Mc'Donalds y que ellxs mismxs había colocado una cadena en la puerta por dentro para que no pasase la policía a pegarles dentro. Nos quedamos costernadxs, no imáginabamos esa situación de terror. Cuando finalmente, íbamos a coger el bus para Sevilla, vimos unos pocos de disturbios en la Estación de Atocha.

Y es que, tenía la convicción de que nos salvaríamos de que, la raza humana se salvaría. Creía en nuestro poder de cambiar nuestras mentes, me refiero a a vernos todxs por igual y rechazar la violencia ante todo, pero con este viaje a Madrid, he entendido que no, si eres capaz de maltratar así a una persona no tienes derecho a nada. No sé qué le dirán a sus hijos, ¿que es su trabajo? Joder. Prefiero quedarme en el paro. Es cuestión de moral y de derechos humanos. No pueden ser así, hasta que no lo ves con tus propios ojos, no lo sabes. Y yo lo vi y no lo creí.

No puedo llegar a entender todo esto, estamos en una época de muchas protestas, de huelgas y manifestaciones día sí día también, los de arriba no escuchan y los de abajo no paramos. Eso es así. Para ser buen gobierno, has de escuchar y comprender al pueblo que te mantiene. Si no, devolvednos nuestro poder. 

Cuando crees que se pueden cambiar las cosas, te dan dos tres cuatro palos al ver semejante brutalidad como la vivida ayer en Madrid, te quedas en shock durante bastante tiempo, en esos instantes de locura, sigues en lucha, sigues con la convicción de que es necesario otro sistema.

No hay comentarios: