viernes, 30 de enero de 2009

Sueño


Estábamos en una habitación, una cualquiera, Marcos, Diego, tú y yo.
Ellos hablaban efusivamente de locuras de pequeños enamorados de la vida que son, y se les notaba agusta, con alegría del momento, vuestro momento.

Se os notaba en todo vuestro apogeo, alegres, divertidos, locos, y llenos de vida.

Tú estabas allí alegre pero triste, con la mirada perdía en algún lugar. Estabas alegre por ellos, pero tú comprendías que no era tu momento......

Yo seguía enfrente tuya, dandote ánimo y cariño, podías superarlo, o al menos eso creía yo.... Tú tan ausente.....

Me entristecí en ese sueño, y sentí un vacío tan profundo en mi interior, que no lograba descifrar que pasaba.

Era como si ya se hubiera ido, pero yo seguía metida en el sueño, y él seguía conmigo, triste pero allí seguía.
Era como si nos conociéramos de toda la vida, de siempre, como si fuera su amiga del alma. Uña y carne.

De repente todo se encogió en mí, me faltó el aire y desperté.

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